Los Tribunales de San Lorenzo volvieron a ser escenario de una nueva audiencia por el femicidio de Sofía Delgado, el caso que conmueve a la comunidad. Brian Bauman y Natalia Palavecino se presentaron para declarar. Sus palabras arrojaron algo más de luz sobre detalles que podrían ser útiles en el avance de la investigación.
Bauman, uno de los principales imputados junto a Alejandro Bevilacqua y Eduardo Mordini por el homicidio calificado, intentó alegar desconocimiento del aberrante crimen, desde su rol de empleado de Mondini.
Según detalló el fiscal Carlos Ortigoza tras su intervención, Bauman amplió su primera declaración con un relato que profundizó en momentos críticos. Describió su participación en la descarga de la bolsa que contenía el cuerpo de Sofía, un elemento que se convertiría en pieza fundamental del rompecabezas.
Entre las palabras del acusado surgieron datos clave. Señaló que Mordini le pidió dejar su teléfono celular antes de transportar la bolsa, y que recibió instrucciones específicas sobre qué decir si alguien preguntaba al respecto. “Que eran trapos podridos”, debía responder, según sus propias palabras. Bauman relató, además, cómo esa bolsa fue cargada en una camioneta y luego arrojada en la localidad de Ricardone, no sin antes haber utilizado gasoil para evitar el derrame de un líquido que emanaba de ella.
La querella, encabezada por los abogados María Laura Maderna y Gabriel Filipini, no dejó pasar el momento para cuestionar a Bauman. “Ante la duda, uno abre la bolsa o denuncia”, señalaron en un comentario que sonó como un reproche moral más allá del ámbito legal. Aunque reconocieron que su testimonio fue mucho más detallado en esta ocasión, también subrayaron la inquietante pasividad del imputado frente a lo que, claramente, era una situación anómala.
Entre los elementos más oscuros de su declaración, Bauman mencionó un video que, según le habría comentado Mordini, mostraba a Bevilacqua confesando el asesinato de una chica. Aunque aclaró no haber visto esas imágenes, el dato despertó inquietud y dejó flotando la posibilidad de que existan pruebas aún desconocidas.
Por su parte, Natalia Palavecino se presentó para explicar su vínculo con Bevilacqua y dar cuenta de ciertos objetos hallados en su domicilio, como ropa y accesorios de un automóvil que pertenecían al imputado. En su declaración, Palavecino intentó desmarcarse de los hechos centrales, asegurando que los elementos mencionados eran anteriores al crimen.
Los abogados querellantes, sin embargo, indagaron en otros aspectos de su testimonio. Palavecino relató cómo Bevilacqua le había propuesto en varias ocasiones “atarla”, un dato que, si bien describe conductas recurrentes del imputado, fue considerado por los letrados como poco relevante para el avance del caso. También mencionó la existencia de encuentros sexuales en el galpón de Mordini, con propuestas habituales de tríos, información que, de acuerdo a la querella aporta contexto, pero no modifica su situación procesal.
Al término de la audiencia, el fiscal Ortigoza destacó que ambas declaraciones fueron valiosas para la investigación, permitiendo precisar detalles que antes permanecían oscuros.
(Con datos e imágenes aportados por Gonzalo del Pino)
