¿Desesperación electoral?: en Timbúes Fiorenza inaugura obra improvisada y mal ejecutada

A pocas semanas de las elecciones comunales del 29 de junio, el gobierno de Antonio Fiorenza parece haber entrado en un frenético «modo campaña», con un apuro inusitado por mostrar gestión y movimiento en la vía pública. Sin embargo, esa urgencia por exhibir obras puede terminar costándole caro a los vecinos y vecinas.

El último jueves, la gestión comunal inauguró la primera etapa del asfaltado de la colectora San Martín. Pero lo que podría haber sido una buena noticia quedó rápidamente opacada por una omisión difícil de justificar: el asfalto fue colocado sin la construcción previa del cordón cuneta en la mayor parte de su extensión, una etapa fundamental para asegurar la correcta canalización del agua y garantizar la durabilidad del pavimento. El resultado es previsible: un asfalto que empezará a deteriorarse apenas comiencen a transitarse y lleguen las primeras lluvias.

Este no es un hecho aislado. Hace poco más de seis meses, en el barrio Gauchito Gil, se inauguró con bombos y platillos la carpeta de concreto asfáltico en caliente sobre calle Mitre. Allí tampoco se realizaron tareas básicas de preparación del terreno, como el movimiento y compactado del suelo. ¿La consecuencia? La calle presenta hoy rajaduras, desmoronamientos y baches, evidencias del apuro por cortar cintas más que por planificar obras sostenibles.

La desesperación electoral por mostrar avances visibles parece haber ganado la pulseada frente al criterio técnico y la responsabilidad en el uso de los fondos públicos. Cada obra mal hecha no solo representa un derroche de recursos, sino también un problema futuro para el pueblo, que pagará con deterioro urbano lo que hoy se intenta mostrar como progreso.

El planteo de los vecinos y vecinas timbuenses es claro: ¿vale más una foto en campaña que una obra bien hecha?

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