El lunes, en la primera sesión tras el receso de 15 días, el concejal oficialista Gustavo Oggero volvió a ausentarse del Concejo Municipal de San Lorenzo. También estuvo ausente la concejala Gimena Bulla, otra integrante del bloque que responde al intendente Raimundo.
El Concejo sanlorencino sesiona actualmente cada 15 días, tras una modificación impulsada por el oficialismo que redujo a la mitad la frecuencia de trabajo legislativo. Históricamente, el cuerpo se reunía semanalmente, pero la gestión de Leonardo Raimundo promovió este cambio que limita el control político y la actividad legislativa. Aun así, ni siquiera esa escasa periodicidad parece suficiente para comprometer la asistencia de Oggero, quien exhibe un largo historial de inasistencias.
La falta de compromiso se vuelve aún más evidente e indignante considerando que Oggero fue recientemente electo concejal. Se postuló a un cargo que, a la luz de los hechos, no parece interesado en ejercer con la responsabilidad que exige. Su actitud reincidente pone en evidencia el poco valor que tiene por el cargo que asumió por el voto popular.
El reglamento interno del Concejo Municipal de San Lorenzo, en su artículo 19, prevé sanciones económicas para los ediles que no cumplan con su obligación de asistir, que deben ser aplicadas por el presidente del Cuerpo -en este caso, Hernán Ore, también integrante del oficialismo- quien hasta el momento no ha tomado ninguna medida frente a las reiteradas faltas de Oggero.
Mientras tanto, la ciudadanía observa cómo se consolida una lógica de impunidad y falta de compromiso de los funcionarios públicos del gobierno de la ciudad.
