Una vecina de San Lorenzo utilizó sus redes sociales para manifestar su indignación tras lo que definió como “una experiencia traumática” vivida junto a su familia, cuando su padre de 81 años sufrió una descompensación en su domicilio y -según relató- el servicio de emergencias médicas no respondió con la celeridad esperada.
“San Lorenzo cada día me da más vergüenza. No puedo creer que no haya ambulancia, que tarde tanto. Vergüenza que en una ciudad tan grande no haya lo esencial para responder ante una emergencia”, escribió Dora en un posteo que rápidamente generó repercusión.
En diálogo con DATA365, relató lo sucedido con crudeza: “Yo invité a mi papá a comer. Estaba bien, tomando algo, comiendo una factura, y de repente se empezó a descompensar. Se caía de la silla, tiraba los ojos para atrás y dejó de hablar”, detalló.
La familia entró en pánico y comenzó a hacer llamados desesperados. “La primera llamada que hice fue al 911. Me dijeron: ‘Tranquilizate, ya te vamos a mandar un móvil’. Después me comuniqué con el SIES, al 107. Me respondieron que iban a enviar una ambulancia y me preguntaron qué le estaba pasando. Les expliqué que había perdido la conciencia, que no respondía, que no le sentía el pulso, que estaba amarillo, que no sabía exactamente qué le ocurría”.
“Te están mintiendo”
“Al rato llegó la policía: arribaron dos móviles, una camioneta y un auto. La ambulancia seguía sin aparecer, así que volví a llamar. Sentía que me tomaban el pelo, sinceramente. Me respondían con frases como “sí, sí, ya va a llegar’, pero no pasaba nada«.
“Cuando la policía entró a mi casa y vio a mi papá, ellos mismos comenzaron a llamar a la ambulancia. Desde el 107 les dijeron que yo había llamado desde un número desconocido, cosa que no entiendo porque ni siquiera sé cómo se hace eso. También les indicaron que era necesario que llamara un familiar para contactarse”.
“Uno de los policías llamó y les indicó que ellos estaban en la casa, que veían a la persona descompensada, y exigió que enviaran la ambulancia de inmediato. Entonces, una de las oficiales me pidió por favor que volviera a llamar al 107 y les reiterara que ya me había comunicado”.
“Volví a llamar y pasó algo muy extraño: marcaba el 107 y, en vez de decirme ‘SIES’, me respondían ‘policía’. Yo no entendía nada y se lo mostraba la llamada a los agentes. Les decía: ‘Me están diciendo que es la policía’, y uno de ellos me respondió: ‘Te están mintiendo’”.
“Entonces, otro de los policías se volvió a comunicar por teléfono con alguien del servicio: ‘Te doy el número de placa, mandame ya una ambulancia’. Recién ahí reaccionaron”, contó Dora, aún conmovida.
“Hay una burocracia muy grande”
Finalmente, su padre fue trasladado al hospital local, donde fue diagnosticado con un ACV. Según le informaron, tenía la saturación por debajo de 60 y un pulso muy bajo. Luego fue derivado al Hospital Italiano en Rosario. “La doctora me dijo que ya había tenido cuatro ACV y que este fue el más grave. Puede volver a pasar. Y si pasa, estamos en la misma”, lamentó.
Durante la entrevista, Dora hizo foco en lo que considera un abandono del sistema de salud pública. “Hay una burocracia muy grande: me informaron que como mi papá es afiliado al PAMI, tenemos que llamar al 131 de urgencia de la obra social y ellos deciden si mandan una ambulancia del CCREP, si mandan a AMCE o a quién. Todos se tiran la pelota. A nadie le importa la persona. En una emergencia, no ves ni escuchás, solo querés que alguien venga a ayudar”, expresó.
También apuntó contra la falta de recursos en el sistema: “En esta ciudad hay muchos habitantes y no puede ser que haya tan pocas ambulancias. Los policías están haciendo tareas que no les corresponden, mientras no hay médicos ni móviles”.
Finalmente, hizo una reflexión más amplia: “En pandemia se hablaba de la importancia de los médicos, se les aplaudía, algunos políticos se colgaban medallas… y ahora nadie se acuerda. Ayer una mamá fue con su hija al hospital porque la nena necesitaba oxígeno y le dijeron que volviera a las 8 de la noche para ver si había un pediatra. ¿Y si se moría antes?”, cuestionó.
Dora agradeció profundamente a los policías que la asistieron y concluyó: “Esto me pasó a mí, pero le puede pasar a cualquiera. Ojalá que esto sirva para que todos tomemos conciencia”, concluyó.