Ya son varios los casos registrados. Vecinos a los que la Municipalidad de San Lorenzo les habían secuestrado su vehículo por alguna infracción, tras pagar la multa correspondiente se dirigen al corralón a recuperarlo y, en ese momento notan una situación “de la que nadie se hace responsable”, según expusieron.
Ralladuras, abolladuras, cristales rotos, faltantes de espejos, molduras o accesorios e, incluso, desaparición de partes del motor se enumeran en la lista de daños que -según las mismas denuncias- se producen mientras los vehículos están alojados en el depósito de calle Berón de Astrada al 1600 de esta ciudad.
Haciéndose eco de esas denuncias y reclamos, el concejal de la oposición Esteban Arico presentó un proyecto de Ordenanza mediante el cual propone que cuando un vehículo es secuestrado y luego trasladado al corralón municipal, «se deberán tomar registros fotográficos pormenorizados de las unidades, a modo de respaldo que se adjuntará al inventario y a la documentación labrada con los datos del infractor y del rodado en cuestión”, según enuncia el primer artículo de la iniciativa.
Entre otras consideraciones, Arico menciona que “al reclamar por los daños y partes faltantes en los vehículos, sus propietarios no recibieron respuesta positiva de parte de las autoridades municipales, para que se hagan responsables de la situación”.
Después de señalar que la Municipalidad “deberá dotar personal municipal de las herramientas tecnológicas necesarias para llevar a cabo el respaldo fotográfico”, el proyecto de ordenanza del concejal opositor establece, además, que las fotos de los vehículos secuestrados “quedarán alojados en un archivo digital especial y exclusivo que estará a disposición del particular o autoridad que lo solicite en el caso en que sea debidamente justificado y acreditado”.
