El colapso del sistema de emergencias médicas en San Lorenzo volvió a quedar en evidencia en la madrugada del último martes, cuando un vecino de 53 años sufrió un paro cardiorrespiratorio y la asistencia médica nunca llegó. La ambulancia fue negada en dos oportunidades: primero por falta de médicos, luego por ausencia de chofer.
El hecho ocurrió en calle Roque Vítola al 1900 de barrio Mitre y se suma a una serie de casos recientes que sacuden al Hospital “Granaderos a Caballo”, hoy conducido por Eduardo Ros, actual director médico del nosocomio y candidato a concejal por el oficialismo de Leonardo Raimundo.
La secuencia fue dramática: Ricardo S., paciente con antecedentes de insuficiencia cardíaca, comenzó a convulsionar en su hogar. Su esposa llamó al 911 y, al arribo de los agentes, informó que su marido no presentaba signos vitales. Ante la falta de respuesta del sistema sanitario, los propios policías iniciaron maniobras de RCP y lograron reanimarlo. Pero al solicitar una ambulancia, desde el servicio de emergencias les informaron que no había médicos disponibles para acudir, sólo enfermeros sin formación específica para ese tipo de intervenciones.
Sin tiempo que perder, los oficiales decidieron trasladar al paciente en un patrullero, mientras continuaban con las maniobras de reanimación rumbo al Hospital “Granaderos a Caballo”. Sin personal aguardando en la guardia, debieron esperar por una camilla para ingresar al paciente. Una vez estabilizado por el equipo médico de guardia, surgió un nuevo obstáculo: no había ambulancia disponible para su derivación. El motivo: el chofer se había retirado.
Finalmente, fue una unidad del SIES de Capitán Bermúdez la que se encargó del traslado, en un hecho que genera fuerte preocupación entre los vecinos y deja en evidencia las graves falencias estructurales del sistema de salud local.
Más casos que angustian
Este episodio se da en un contexto alarmante. En las últimas semanas, el hospital de San Lorenzo fue escenario de otros casos resonantes que encendieron las alarmas: un hombre fue dado de alta con un diagnóstico erróneo y falleció horas más tarde en su domicilio por peritonitis; días después, una recién nacida sufrió quemaduras por la mala utilización de un electrobisturí en pleno quirófano, tras una cesárea. Tiempo atrás, Renzo, un niño de 6 años, concurrió al nosocomio tras sufrir una convulsión y, poco después, falleció. No había guardia pediátrica.
Pese a este escenario, el oficialismo que responde al intendente Raimundo bloqueó esta semana un proyecto de resolución impulsado por la oposición en el Concejo Municipal, que instaba al gobernador de la provincia a intervenir ante la crisis sanitaria que atraviesa el hospital.
La combinación de negligencias, falta de recursos y desidia política generó un clima de creciente malestar entre los vecinos de San Lorenzo, que ven con preocupación el estado del sistema de salud de la ciudad, que no da ningún tipo de respuestas.
