Desde que el gobierno nacional eliminó la obligatoriedad para las empresas navieras de contar con el servicio de serenos de buques en los puertos, la contratación de estos trabajadores pasó a ser optativa. La medida, dispuesta por decreto en enero de este año, dejó sin empleo a cientos de serenos en todo el país, afectando directamente a 65 trabajadores en los puertos de San Lorenzo, Puerto General San Martín y Timbúes, y a unos 800 a nivel nacional.
Este jueves por la mañana, un grupo de trabajadores acompañados por representantes del Sindicato Único de Serenos de Buques (SUSB) se concentraron frente a la sede de Prefectura en Puerto General San Martín, donde se encontraba la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich. El objetivo fue solicitar una audiencia con la funcionaria para visibilizar la crítica situación que atraviesan.
“Somos auxiliares de Prefectura. Nuestro trabajo es cuidar vidas, cuidar el medio ambiente, cuidar las embarcaciones. No somos un gasto inútil”, expresó uno de los referentes del Sindicato frente a la prensa. “Trabajamos codo a codo con la Fuerza. Si hay un incendio, si hay una pérdida de combustible, si alguien se accidenta, el sereno es el primero en actuar, el primero en avisar”.
Las palabras del sereno cobraron especial relevancia horas después de que un cargamento de 482 kilos de cocaína de máxima pureza fuera hallado en un buque cerealero que había llegado al puerto de Vicentín de San Lorenzo, procedente de Emiratos Árabes Unidos y con destino final en Ámsterdam.
El trabajador remarcó que, además de garantizar la seguridad a bordo, cumplen funciones de prevención y asistencia clave para el funcionamiento de los puertos: “Hay barcos con tripulación extranjera que se queda a bordo varios días. Si no hay un sereno, no hay nadie que pueda comunicarse en español, nadie que actúe en caso de emergencia. Estamos hablando de seguridad, no de caprichos”, remarcó.
La medida del Gobierno nacional se tomó con el argumento de reducir costos y simplificar trámites burocráticos. Sin embargo, desde el Sindicato señalaron que el costo del servicio de un sereno representa apenas el 0,07% del movimiento económico de una embarcación. “El costo de un sereno es ínfimo, pero para nosotros es el 100% de nuestro ingreso. Sin eso, no tenemos nada”, denunció el referente gremial.
“Estamos pasando hambre. Hay compañeros que no tienen para pagar el alquiler, no tienen para darle de comer a sus hijos. No hay contención, no hay subsidios, no hay nada”, agregó. “Queremos hablar con la ministra. Que nos escuche. Que nos diga si de verdad lo que queremos es laburar o vivir de un plan. Nosotros queremos trabajar”, sentenció.
Desde que entró en vigencia el decreto nacional en enero último, ingresaron a los puertos de la región 330 embarcaciones y solo una agencia contrató servicios de serenos. La falta de actividad no solo afectó la economía de las familias, sino también su salud emocional: “Estamos desesperados. Hay compañeros que tienen hijos con discapacidad, que no pueden pagar ni los remedios. Están destruyendo familias enteras. La salud mental nuestra está por el piso”, destacó.
Cabe recordar que días atrás, dirigentes del Sindicato se reunieron con concejales de San Lorenzo y Puerto General San Martín para exponer su preocupación. Como resultado, el Concejo Municipal de San Lorenzo resolvió enviar una nota formal a las agencias marítimas, solicitando que vuelvan a contratar a los serenos para preservar estos puestos de trabajo.
