Vecinos del barrio Bouchard advierten con preocupación una situación que se repite hace semanas en la pasarela peatonal que cruza sobre avenida San Martín, a metros de la esquina de Coronel Bogado, inmediaciones del acceso sur al puente intercambiador.
Bajo el primer tramo de escaleras de la estructura, se forma un hueco en el que, según comentan las madres de alumnos, se refugian entre dos y tres personas. Esto ocurre en las puertas de la escuela de nivel primario Carlos Javier Binielli, generando inquietud por la seguridad de los niños y niñas que transitan a diario por allí.
“Paramos a policías y notificamos lo que vimos. Dicen que no pueden hacer nada, que lo tiene que denunciar la directora de la escuela”, comentó una madre, quien junto a otras vecinas lleva tiempo alertando sobre la situación. En el espacio bajo la pasarela se observan colchones, ropa, botellas, y hasta prendas tendidas, lo que evidencia una permanencia estable de personas en situación de calle.
Este caso vuelve a poner en evidencia la falta de políticas efectivas de acción social por parte del gobierno del intendente Leonardo Raimundo. El refugio municipal para personas en situación de calle, que en teoría debería asistir a quienes pernoctan frente a la escuela, no logra contener la problemática. De hecho, son muchas las personas que rechazan acudir a ese espacio, en parte por las condiciones precarias y la falta de contención real que allí se brinda.
La escena refleja el deterioro de un sistema que, lejos de proteger, parece expulsar. La pasarela no sólo perdió su función de cruce seguro, sino que ahora es símbolo de abandono. Y mientras tanto, los vecinos siguen esperando respuestas, entre la inseguridad cotidiana y la indiferencia oficial.