El derrumbe de un montacargas en un edificio en construcción de San Lorenzo, que provocó la muerte de cinco jóvenes obreros el domingo 17 de agosto, no solo abrió una investigación judicial por presunta falta de medidas de seguridad, sino que también destapó un entramado empresarial con serias irregularidades.
La obra de calle San Carlos al 1070 estaba a cargo de Constructora X3, una sociedad anónima creada hace menos de un año en Rosario cuyo domicilio declarado resultó ser inexistente: la tradicional torre Bola de Nieve, de Buenos Aires y Córdoba, que tiene apenas cinco pisos cuando los papeles indican un “piso 40” fantasma.
Pero el dato más revelador es que el montacargas que se desplomó cuando los trabajadores lo usaban para descender, causando sus muertes, había sido instalado por Electroconstructora SRL, una firma dedicada a instalaciones eléctricas y montajes de obra. Ambas compañías comparten un punto en común: su principal responsable, Andrea Paola Pieroni, empresaria de Venado Tuerto.
Empresas opacas
Tanto Constructora X3 como Electroconstructora SRL comparten otra particularidad: sus páginas web están caídas y sus redes sociales inactivas, lo que refuerza la sospecha de falta de transparencia en la operatoria.
La propia Electroconstructora declaró como objetivos la ejecución de obras eléctricas y de montaje de estructuras, pero no construcción civil en sentido estricto. Allí surge una de las incógnitas centrales de la tragedia: ¿los jóvenes estaban utilizando el montacargas como herramienta de trabajo o simplemente para trasladarse dentro de la obra? Resulta extraño que no fueran obreros calificados en una tarea para la que la empresa supuestamente está especializada.
El fiscal Leandro Lucente mencionó que las víctimas no eran trabajadores calificados en la instalación de montacargas, hecho que repiten otros testimonios, lo que abre interrogantes sobre las condiciones laborales y la responsabilidad empresarial. Ordenó pericias al Gabinete Criminalístico de la PDI y pidió que se investigue si el elevador contaba con habilitación. El Ministerio de Trabajo también abrió un expediente para verificar el estatus laboral de los obreros.
“Un quíntuple crimen laboral”
El diputado provincial y periodista de investigación Carlos Del Frade calificó el hecho como “el peor crimen laboral de los últimos 40 años” y lo definió como un “quíntuple crimen laboral”. Además, apuntó contra un responsable de la firma constructora identificado como Marcos Jesús Antonio Fernández, a quien señaló por reclutar mano de obra en el norte santafesino y trasladar a los trabajadores por distintas provincias en condiciones precarias, “durmiendo y comiendo en galpones”.
Mientras tanto, las familias de las víctimas claman justicia: “Cinco pibes salieron a trabajar para ganarse la vida y volvieron en un cajón”, resumió uno de los hermanos de los obreros fallecidos.
La investigación comenzó hace muy poco, pero el derrumbe del montacargas ya dejó al descubierto un entramado de empresas de dudosa solidez, trabajadores sin capacitación específica y un nuevo capítulo de precarización laboral con consecuencias fatales.