La Escuela Nº 6392 “Carlos Benielli”, de barrio Bouchard, atraviesa una situación crítica: uno de sus salones está inutilizado por el grave deterioro del techo y las paredes, que se llueven y acumulan humedad desde hace meses. Ante esta realidad, los alumnos deben recibir clases en la biblioteca, un espacio improvisado y carente de las condiciones necesarias para el aprendizaje.
“Entra toda la humedad, la maestra me dijo que incluso el agua ingresa dentro del aula. Ella es alérgica y muchos chicos también estuvieron enfermos, incluido mi hijo”, relató una madre que decidió exponer públicamente el problema. Las imágenes difundidas muestran un panorama desolador: paredes cubiertas de humedad y un ambiente totalmente inadecuado para los chicos.
La comunidad educativa reclamó asistencia a la Municipalidad, pero desde Prensa San Lorenzo respondieron que el tema debía resolverlo la dirección de la escuela. Así, el gobierno del intendente Raimundo se desligó de toda responsabilidad.
Tampoco hubo gestos concretos del Ministerio de Educación provincial, que comparte el mismo signo político que el gobierno local. La ausencia de respuestas de ambas gestiones deja a la institución atrapada en el abandono y a los niños estudiando en condiciones inadecuadas.
Mientras tanto, la cooperadora escolar hace lo que puede, aunque sus recursos son claramente insuficientes para enfrentar una obra de infraestructura mayor.
Lo que debería ser una prioridad -garantizar espacios seguros y dignos para que los chicos puedan estudiar- se convierte en una cadena de excusas y desinterés político. Municipio y provincia, aliados en el mismo color partidario, se pasan la pelota y dejan en evidencia un mismo resultado: La decidía hacia la educación publica y la comunidad educativa de la escuela Benielli.
