Vecinos reclaman obras y soluciones: “Se está hundiendo todo y nadie nos da bola”

En la zona de calle Genaro Roldán, entre Perú y Malvinas, los vecinos viven desde hace tiempo una situación que describen como “un desastre” y que combina problemas estructurales, de mantenimiento y de seguridad. Según relatan, las lluvias o las roturas de caños dejan la calle anegada durante días, los camiones de gran porte agravan el hundimiento del pavimento, y la falta de iluminación convierte el barrio en “una boca del lobo”.

Uno de los vecinos del sector, contó a DATA365 que hace pocos días se rompió un caño maestro en la esquina de Malvinas, y aunque personal de Aguas Provinciales realizó una reparación, “dejaron un agujero” y ahora “la señora que vive allí tiene miedo que se le filtre el agua por debajo del cimiento”. Según explicó, el problema de fondo es que “el caño maestro que pasa por Roldán está muy deteriorado y, aparentemente, la empresa concesionaria no lo quiere cambiar hasta quién sabe cuándo”.

A esto se suma el paso constante de camiones y vehículos pesados que circulan por la cuadra, provocando hundimientos en el asfalto. “Pasan muchos camiones altos, y se está hundiendo cada vez más. Si no quieren poner una barrera de cemento, que pongan un arco con límite de altura”, reclamó.

Advirtió que si la situación no se atiende, “va a llegar un momento en que van a reventar todos los caños y nadie nos da bola”, expresó. Además, las lluvias agravan el panorama: “El agua se queda estancada durante mucho tiempo cuando llueve, no tiene salida. De Perú para Malvinas se hace un pozo, y el agua vuelve para acá. Hasta que drena todo, pasa una eternidad”, contó.

Según reveló, pese a haber intentado buscar soluciones, los reclamos no avanzan. “Cuando fui a la Municipalidad me mandaron de un lado para el otro y no hubo solución”, lamentó.

Falta de mantenimiento y temor por la inseguridad

El vecino también se quejó por el escaso mantenimiento en la zona. “El barrido es una vez al mes, tengo que juntar toda la mugre yo. Las plantas no se podan, toda la mugre se viene adelante de las casas”, señaló.

A la falta de obras se suma la escasa iluminación. “Tenemos solo dos lámparas, vivimos en una boca del lobo«. Aunque admitió que se trata de luminarias de tecnología LED, estimó que “no es una iluminación para decir que se ve algo”.

Según relató, la oscuridad favoreció incluso hechos de usurpación: “Una casa vacía la usurparon porque está todo oscuro, se metieron de madrugada. Por suerte los alcanzaron a sacar”, señaló.

En materia de seguridad, el panorama no mejora. El vecino aseguró que fue víctima de robos en tres oportunidades: “Me robaron todas las herramientas, me robaron una moto de adentro de mi casa, y la policía… bien, gracias. Hice la denuncia en la comisaría Séptima, pero nunca vinieron”.

“Nadie se hace cargo”

Para el vecino, los distintos organismos parecen desentenderse del problema. “Cuando se inundó la calle, los inspectores de tránsito vinieron solo para mirar, no cortaron la calle ni ordenaron nada. Defensa Civil ni teléfono tiene, uno no sabe a quién dirigirse”, expresó con enojo.

La combinación de agua estancada, hundimientos, tránsito pesado, y calles en mal estado genera preocupación entre quienes viven allí, sobre todo por la cantidad de chicos que transitan hacia la escuela cercana. “Entre las motos, los autos y el pozo que hay, es casi seguro que haya un accidente”, advirtió.

Mientras tanto, la cuadra sigue deteriorándose día a día.Todo porque está mal hecha la calle”, resumió el vecino. Y con resignación agregó: “Se está hundiendo cada vez más. Va a llegar un momento en que va a reventar todo, y nadie hace nada”.

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