El pasado sábado 15 de junio, María de los Ángeles Toranzo, vecina de nuestra ciudad, se acercó con su gato Zeus al quirófano veterinario móvil de la municipalidad de San Lorenzo, para realizarle una intervención quirúrgica en el marco de la campaña de castración y vacunación que promueve el municipio y se desarrolló en la vecinal Islas Malvinas.
Horas más tarde de dejarle el gato al veterinario para su operación, a María le comenzó a llamar la atención la demora para que le devuelvan el animal, mientras que a gente que había llegado después que ella, ya le habían devuelto sus mascotas.
Finalmente, personal del quirófano móvil le devuelve a Zeus aparentemente dormido, con una particularidad: Estaba dentro de una bolsa de cebollas. Además, le vendieron por 1200 pesos, sin facturar, un blister de Enrofloxacina de 50 mg, una pastilla post operatoria. Al llegar a su casa, Maria de los Ángeles descubrió a Zeus sin signos vitales.
En diálogo con Data 365 María de los Ángeles explica: “Nadie me dijo que el gato estaba muerto, ni me aclararon que había pasado, pero cuando llegué a mi casa y lo saqué de la bolsa, note que mi gato ya no respiraba”.
La mujer agregó que “el gato estaba preparado para la operación, había hecho el ayuno de las 12 horas sin tomar agua y sin comer, era joven, la única explicación que encuentro es que se hayan pasado con la anestesia”.
“Solamente quiero justicia por mi gato Zeus y que se sepa esto, porque no es la primera vez que pasa y así como murió el mío seguramente murieron un montón de otras mascotas”, expresó.
Lamentablemente, el caso de Zeus no sería un hecho aislado. Ya habrían existido otras ocasiones en las que vecinos asistieron al quirófano veterinario móvil municipal y recibieron a su mascota sin vida tras la intervención a la que fueron sometidos.
Llama la atención que la Municipalidad de San Lorenzo les cobre las pastillas post operatorias a los vecinos, ya que existe una ordenanza que prevé su gratuidad.
