La trágica muerte de Renzo, un niño de 6 años que se ahogó en una pileta y falleció tras llegar al hospital Granaderos a Caballo sin poder ser atendido por un pediatra, expone una grave falla en el sistema de salud local.
Según confirmó en rueda de prensa el Dr. Eduardo Ros, director del nosocomio, respondiendo a una pregunta de la periodista Anabela Tramontini, recién en el próximo mes de enero se restablecerán las guardias pediátricas, un servicio que no puede esperar más.
Esta falta de atención pediátrica no es nueva. Durante la última campaña electoral, el intendente Leonardo Raimundo inauguró con bombos y platillos las guardias pediátricas en el Centro de Integración Comunitaria (CIC) de barrio Mitre. Sin embargo, pocas semanas después, y una vez finalizado el período electoral, el servicio fue desmantelado, bajo la promesa de trasladarlo al Hospital Granaderos a Caballo, algo que evidentemente nunca se cumplió.
La ausencia de pediatras en la guardia no solo representa una falta de previsión, sino también una negligencia institucional que ahora cobra la vida de un menor y deja a una comunidad indignada. Los familiares de Renzo señalaron al hospital y a la Municipalidad como responsables, mientras la comunidad sanlorencina exige respuestas inmediatas y no promesas a futuro.
La ciudad de San Lorenzo enfrenta esta pérdida irremediable, entonces, surge una pregunta urgente: ¿Cuántas vidas más deben quedar expuestas antes de que se restablezca un servicio tan esencial?