Una vecina de San Lorenzo denunció ante DATA365 la discriminación que sufrió su madre, una mujer de 88 años con discapacidad motriz, al intentar conseguir un taxi que la trasladara para realizar un trámite impostergable. Pese a insistir, previamente, durante más de 24 horas, ninguna empresa accedió a enviar un móvil adaptado o dispuesto a transportarla.
“Esto es discriminación a una persona mayor con discapacidad”, sintetizó la vecina al relatar la indignante experiencia que le tocó vivir a pesar de que en la ciudad de San Lorenzo está en plena vigencia la Ordenanza 3782 que obliga a la agencia de taxis a «contar con al menos un 15% de los vehículos adecuados al transporte de silla de ruedas para personas con dificultades motrices», (Artículo 26°.- Vehículos para movilidad reducida).
Además, cabe mencionar la Ordenanza Nº 2740, que regula las licencias para taxis destinados a personas con movilidad reducida y que prevé la caducidad del derecho de explotación ante el incumplimiento de sus disposiciones, lo que pone en evidencia la falta de control municipal permite que estas situaciones se repitan.
En su testimonio, la mujer contó que escuchó cómo varios choferes disponibles rechazaban el viaje, y uno de ellos incluso llegó a decir: “Tengo prohibido llevar silla de ruedas porque rompen el tapizado”.
La vecina compartió en este medio un chat con otra empresa, donde queda en evidencia la falta de vehículos adaptados y la precariedad del servicio:
Clienta: El móvil para trasladar pasajera con silla de ruedas ¿está disponible?
Agencia: Está con servicio de fábrica camino a Rosario. Pero no tenemos vehículo especial, es una chata común.
Clienta: ¿Se puede subir pasajera con silla de ruedas?
Agencia: Si el pasajero se puede bajar, no hay drama.
Clienta: No. Por eso viaja con silla de ruedas, es discapacitada…
“Es increíble cómo nos mienten, primero me dijeron que si, pero al día siguiente cambiaron y me negaron el servicio. Si hay una unidad especial habilitada para estos casos, ¿Dónde está?: prestando servicio de fábrica, trasladando trabajadores a una empresa de la zona”, denunció la mujer.
“Seguramente esto le sucede a muchas personas en la misma condición que mi madre. La angustia que viví al verla esperando que algún taxi se digne a trasladarla no se la deseo a nadie”, agregó.
El caso expone una realidad incómoda: en San Lorenzo, las personas con discapacidad siguen excluidas del único servicio público de transporte de pasajeros existente, mientras la Municipalidad pareciera mirar hacia otro lado.
