La desaparición de Sofía Delgado, de 20 años, tiene a la comunidad de San Lorenzo en un estado de incertidumbre y preocupación, especialmente ante la aparente falta de recursos que podrían acelerar la búsqueda y aportar respuestas. Uno de los puntos más críticos es la falta de imágenes de cámaras públicas que podrían ser clave para reconstruir los últimos movimientos de la joven y, tal vez, aportar pistas relevantes.
En un diálogo en FM Horizonte, la periodista Gloria de los Ríos entrevistó a la abogada de la familia de la víctima, Dra. Noelia Borletto, quien expresó su frustración ante la aparente ineficacia de las cámaras de seguridad instaladas en la ciudad. «Hay cámaras públicas y privadas, y algunas todavía no están aportadas por una cuestión administrativa o burocrática», explicó Borletto, contrariada.
La periodista señaló que la situación parece más un problema de solidaridad y compromiso social que de mera burocracia. “Si yo tengo una cámara pública, la aporto de manera inmediata. Estamos hablando de la desaparición de una joven, y me resulta inaceptable que esto se retrase o que, peor aún, las cámaras no estén funcionando”, apuntó De los Ríos.
Esta afirmación resuena en una sociedad que deposita su confianza en la tecnología para garantizar la seguridad de todos sus habitantes. La responsabilidad de monitorear espacios públicos y el deber de aportar información de interés recae en el gobierno municipal y provincial, y las falencias en este aspecto no solo generan indignación, sino también un vacío en el caso de Sofía, que sigue sin esclarecerse.
Hasta el momento, las imágenes disponibles provienen de cámaras privadas y de vecinos solidarios que voluntariamente han puesto a disposición sus grabaciones. “La población es la que más está colaborando en este momento”, subrayó Borletto, destacando la importancia de la comunidad en un momento tan delicado para la familia.
La periodista planteó la posibilidad de que, en futuras situaciones, las cámaras municipales estuvieran dotadas de tecnología para captar patentes de vehículos, monitorear los accesos y optimizar el proceso de búsqueda. “Si funcionaran todas las cámaras y hubiera un centro de monitoreo activo las 24 horas, se podría verificar cada vehículo que sale de la ciudad. Es una prueba inmediata y esencial en cualquier investigación criminalística”, enfatizó De los Ríos.
La abogada coincidió en que esto es una herramienta fundamental que actualmente no se está aprovechando, lo cual representa una “picardía” que solo diluye las oportunidades de obtener pruebas concluyentes.
Las palabras de la letrada dejaron al descubierto una realidad preocupante: “Probablemente, si alguna cámara funcionara bien, tendríamos alguna novedad más precisa, pero por el momento no tenemos nada”. Mientras tanto, el tiempo corre y la desesperación de la familia aumenta, sabiendo que los primeros días son cruciales en casos de desaparición.
Este caso no es el único en el que fue cuestionado el funcionamiento de las cámaras públicas de vigilancia. La falta de operatividad de estas herramientas en momentos críticos refleja un problema estructural que requiere una respuesta urgente por parte de las autoridades locales y provinciales. Si bien la comunidad demostró su compromiso y solidaridad con la familia de Sofía, la responsabilidad final recae sobre las instituciones que deben garantizar la seguridad y colaborar sin demoras en la resolución de casos como este.