“Plan Platita” de Raimundo: Entrega indiscriminada de subsidios y compra de voluntades

San Lorenzo se ve sacudida por un nuevo escándalo político-clientelar. Un audio recientemente filtrado expone una feroz discusión entre el intendente y actual candidato a convencional constituyente, Leonardo Raimundo, y una de sus militantes pagas.

En la grabación, queda en evidencia el esquema de distribución de subsidios como herramienta de captación y disciplinamiento de voluntades dentro del oficialismo local. Además, el tono agresivo con el que el mandatario se dirige a una mujer revela una faceta preocupante de su personalidad, que compromete su imagen pública.

Militancia rentada y venta de cargos públicos

La militante, de nombre Jorgelina, cuyo apellido no trascendió, reclama que las hermanas “Mansilla”, quienes trabajaron repartiendo folletos por la eliminación del estacionamiento medido para el concejal opositor Esteban Arico, fueron cooptadas por Raimundo a fuerza de cargos en su gobierno y subsidios, consiguiendo mayores beneficios que aquellos que han sido fieles al raimundismo.

La denuncia es clara: hay una cooptación sistemática de ex adversarios políticos, quienes terminan beneficiados con cargos públicos y jugosos sueldos.

Casos emblemáticos respaldan esta práctica. Delfina Cavagnero, quien en el pasado trabajó con Arico, hoy es subsecretaria en el gabinete de Raimundo. Se suma el caso del Dr. Eduardo Ros, quien, tras haber sido concejal de Raimundo, pasó a las filas del Peronismo como precandidato a concejal, solo para luego ser «rescatado» por el intendente y colocado al frente del hospital provincial Granaderos a Caballo.

Sin embargo, el caso más resonante es el de Alejandro Cabral. Como concejal, fue un férreo opositor a Raimundo, llegando incluso a denunciarlo penalmente. De manera sorpresiva, pasó a formar parte del oficialismo y ocupó cargos clave, primero como secretario de Gobierno y actualmente como secretario de Coordinación General.

Compra de voluntades: Una herramienta para permanecer en el poder

No es la primera vez que Raimundo pone en marcha el “Plan Platita”. Así quedó demostrado en la anterior campaña electoral a intendente, en la que resultó cuestionadamente electo por una ínfima diferencia del 51 contra el 49%.

En aquella oportunidad, quedó expuesto cuando trascendieron videos de extensas colas de personas, en violación a la veda electoral, yendo a cobrar dinero a cambio de votos a la Asociación de Taxis local.

Violencia verbal y el desprecio por la militancia.

Más allá de la confirmación del clientelismo político como mecanismo del actual gobierno municipal, el tono que Raimundo emplea en la discusión con su militante rentada, es revelador.

Se expresa con desdén, menosprecia el rol de la militante y la violenta verbalmente con insultos y descalificaciones. Su manera de dirigirse a una mujer en un contexto de desigualdad de género y subordinación de poder, deja en evidencia una actitud autoritaria e intimidante.

El «Plan Platita» de Raimundo queda expuesto una vez más como un engranaje de captación de adversarios políticos y militancia rentada, basada en la venta de cargos, la entrega de subsidios y la compra de votos con dinero público como instrumento para permanecer en el poder.

Queda por verse cómo reaccionará la ciudadanía ante este nuevo episodio que desnuda el fraude electoral y las prácticas corruptas del poder local.

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