La historia musical de Airton Espósito comenzó hace 16 años y hoy sigue escribiéndose desde la autogestión, la experimentación sonora y el impulso por unir a la escena urbana de su ciudad. Con un pasado diverso en bandas de rock, cumbia y proyectos compartidos, actualmente busca consolidarse como solista dentro del trap y el reggaetón, mientras construye desde cero las herramientas para producir, grabar y mostrarse.
Airton dio sus primeros pasos en 2009 como guitarrista, pianista y compositor de Obsidiana, una banda de pop rock que integró junto a su hermano y amigos. Con esta formación grabó un disco en el estudio municipal del Centro Cultural de San Lorenzo y más tarde registró canciones en un estudio privado, material que actualmente se encuentra disponible en plataformas digitales.
“Arrancó como un hobby. Después la banda se disolvió en 2014”, recuerda.
Tras esa etapa, formó Qué No Decaiga, un breve proyecto de cumbia, y luego MaiTai, que logró mayor visibilidad en la región, acumulando presentaciones y canciones subidas a internet.
En paralelo, comenzó su camino en el reggaetón junto a su hermano Agustín bajo el nombre AE (por Agustín Esposito), proyecto que más tarde continuó en solitario hasta convertirse en Airton Esposito, su nombre artístico actual.
De la pandemia al home studio
Durante la pandemia, Airton dio un salto clave: decidió capacitarse en producción musical. “Hice un curso online de un productor que trabajó con J Balvin. Lo pagué y empecé a practicar en casa. Ahí pude manejar mejor el audio y producir mis temas”, cuenta.
Aunque se declara productor, aclara que utiliza ese conocimiento principalmente para trabajar en sus canciones, maquetas y covers. Para grabar, montó un home studio básico con un micrófono Audio-Technica AT2020, una interfaz Focusrite Scarlett 2i2 y una computadora hogareña.
Las canciones oficiales, sin embargo, suelen grabarse en estudios del cordón industrial, mientras que los videoclips se realizan “a pulmón”: celulares prestados, participación de amigos, familiares, colaboraciones espontáneas e incluso modelos que se suman sin cobrar. “Todo sale de nuestro bolsillo o a base de organizar cosas para juntar plata. Es todo a pulmón”, resume.
Ese esfuerzo logró resultados notables: su canción más popular supera las 60 mil reproducciones en YouTube, un número significativo para un artista independiente de la región, sin estructura de sello.
Escenario, sonido propio y visión comunitaria
Además del proyecto musical, Airton creó junto a un amigo “Elite Eventos”, una pequeña empresa de sonido que les permite hacer shows en vivo y, al mismo tiempo, generar ingresos para sostener su carrera. “La usamos para tocar y también para poder seguir invirtiendo en la música”, explica.
Entre sus metas más ambiciosas aparece la idea de impulsar un festival urbano en San Lorenzo con artistas locales y regionales, orientar la propuesta al público del trap, RKT, rap y reggaetón, y hacerlo en el teatro municipal. La propuesta ya fue conversada con el área de Juventud de la municipalidad, aunque aún no se definió fecha.
“El espacio nos lo daban, pero nos pedían al menos 15 artistas. Conseguir esa cantidad no es fácil, porque muchos dicen que sí y después no confirman. Yo puedo juntar 8, 9 o 10… más, se complica. Por eso pensamos sumar competencias de freestyle, baile, academias, algo más dinámico para llenar el teatro”, detalla.
La idea, según explica, es generar una jornada “tranquila, sin alcohol, sin descontrol”, con una duración aproximada de tres horas, donde convivan shows y competencias de danza o freestyle. “La movida urbana suma más gente. Mezclar mucho con rock por ahí choca para el público que escucha trap o RKT, pero no tengo problema con los otros géneros. Es cuestión de armarlo bien”, sostiene.
Un camino independiente con identidad propia
Airton escribe, compone, graba, produce y coordina visuales, siempre con recursos limitados pero con constancia. “Yo escribo mis canciones, toco piano, guitarra, produzco lo que puedo, grabo covers en casa, las canciones oficiales en estudio, y los videos los armamos como se puede. Todo independiente”, dice.
Actualmente forma parte de Pa Pegarla, un colectivo de artistas independientes que funciona como grupo de apoyo y trabajo colaborativo. Desde allí articulan la difusión de sus proyectos en redes sociales y generan recursos para sus producciones con iniciativas propias, como la venta de gorras y otras acciones destinadas a fortalecer la escena local.
Lejos de detenerse en las dificultades, el artista sanlorencino mira hacia adelante con una mezcla de realismo y entusiasmo: “Se puede. Es difícil, pero se puede. Es cuestión de organizarse, de sumar gente y de seguir insistiendo”.
Hoy, Airton no solo busca consolidarse como referente urbano de la región, sino también abrir un espacio para que otros artistas jóvenes de San Lorenzo puedan mostrar su talento sobre un escenario. Quienes quieran participar del evento pueden comunicarse con Airton a través de sus redes sociales (@airtonespositoae en Instagram y Airton Esposito en Facebook).
