El debate sobre la implementación de exámenes toxicológicos para el intendente, concejales y funcionarios municipales en San Lorenzo volvió a generar polémica en el Concejo. Esto se debe a que el oficialismo volvió a postergar su tratamiento: primero pidió que se lo dejara para después de la asunción de los nuevos concejales y, este lunes en comisiones, volvió a demorar la discusión con el argumento de que los recién incorporados necesitaban más tiempo para analizar el proyecto.
La iniciativa, impulsada por el empresario y referente socialista Fernando Bassan, propone la realización de exámenes toxicológicos iniciales y periódicos para quienes ocupan cargos políticos en el gobierno municipal. El objetivo, cuenta el autor, es fortalecer la ética pública y la confianza de los vecinos en sus representantes, promoviendo un control preventivo y no discriminatorio.
También explica que el proyecto se enmarca en la línea de políticas que el gobernador Maximiliano Pullaro viene impulsando en toda la provincia, como los narco-tests obligatorios a las fuerzas de seguridad.
Bassan argumentó que el texto actual del proyecto ya incorpora las modificaciones que el propio oficialismo había solicitado durante el debate previo, y que era tarea de los nuevos concejales ponerse al corriente de la agenda legislativa antes de su primera participación en comisión. Según explicó, la intención era precisamente que el nuevo ciclo político comenzara con el programa en funcionamiento, dando un mensaje de transparencia y ejemplaridad institucional desde el inicio del período.
Pese a ello, la decisión de los concejales que responden al intendente Leonardo Raimundo es la de volver a postergar el tema, generando cada vez más cuestionamientos. Las reiteradas dilaciones parecen reflejar no solo una falta de voluntad política para avanzar en la implementación del programa, sino también la intención de “mantener el tema en el freezer”. Para varios observadores, esa actitud despierta sospechas de que detrás de tanta cautela podría haber algo o alguien a quien el oficialismo prefiere no incomodar.









