Vecinos del barrio 3 de Febrero, uno de los sectores más alejados del centro de San Lorenzo, expresaron su malestar tras la visita del intendente Leonardo Raimundo, quien concurrió con colaboradores para repartir juguetes y golosinas por el Día del Niño.
Según testimonios recibidos en esta redacción, los obsequios entregados resultaron indignantes: algunos juguetes «eran usados y estaban sucios«, mientras que entre las bolsas se distribuyeron panes dulces «que estaban vencidos«.
«Es vergonzoso lo que hicieron, una burla para los niños«, señalaron los vecinos, quienes cuestionaron duramente la actitud de las autoridades municipales en un gesto que, lejos de agasajar, habría provocado enojo y tristeza en las familias del barrio.
Mientras tanto, relataron, Raimundo se mostró sonriente frente a las cámaras: «El señor intendente sacándose fotos entregando juguetes, una risa, mientras estaba toda la gente quejándose«, lamentaron los vecinos.
Las críticas remarcan que la jornada, pensada para celebrar a la niñez, terminó siendo percibida como un acto de desprecio hacia los más chicos de la ciudad. Recordaron además que en tiempos de campaña se organizaban grandes shows y despliegues, mientras que ahora “no hay nada, y encima esta vergüenza”.
