Desde el lunes, la plaza Estanislao López de barrio San Martín cuenta con nuevos juegos (que el gobierno municipal, fiel a su estilo grandilocuente, calificó como “imponentes”) e iluminación (“moderna”).
En “modo campaña”, el intendente Raimundo organizó un acto para inaugurar las remodelaciones del que participaron vecinos y vecinas con sus hijos e hijas y aprovechó para mostrar a sus sonrientes “funcionarios-posibles-candidatos” para las elecciones legislativas de este año.
Como era de esperar, los pequeños y pequeñas disfrutaron de los juegos y del espacio verde pero pronto descubrieron un faltante más que importante: el predio no cuenta con sanitarios. Alguien comentó: “En la reinauguración de la plaza de calle Colón no había baños, todos los pibes asiendo pis atrás de los árboles, las mamás tratando de cubrir a las nenas para que hagan pis. ¡Una vergüenza!”.
Lamentablemente, para cuando llegó esa etapa de la reunión, con los niños y niñas acuciados por sus necesidades fisiológicas, las autoridades ya se habían retirado.
Es inaceptable que en pleno siglo XXI, las plazas más concurridas de la ciudad carezcan de sanitarios básicos, dejando a los más pequeños sin opciones dignas. Esa carencia no solo afecta la comodidad, sino que también pone en riesgo la salud, teniendo en cuenta que los espacios públicos deben ser accesibles y funcionales para todos.
Ya es tiempo de que las autoridades prioricen la instalación de baños en las plazas, quizás no “imponentes” ni “modernos” pero sí funcionales por el bien de todos los vecinos y vecinas de la ciudad.
Es evidente que los planes de inversión que el intendente Raimundo piensa para la ciudad, están cada vez más lejos de las necesidades reales de la gente. De otro modo, ya habría respondido a quienes cuestionaron que la Municipalidad haya gastado $704 millones en la remodelación de la plaza Pulmón Verde de Sargento Cabral y Santiago del Estero, tras una cuestionable licitación asignada “a medida”.