Foto de portada: el cónsul Villar Rojas (izquierda) junto al intendente de Arroyo Seco Daniel Tonielli
El pasado sábado 1° de febrero, en el marco del acto central por un nuevo aniversario del Combate de San Lorenzo, se produjo un hecho que generó indignación y controversia. En el evento, que contó con la presencia del gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, la vicegobernadora Gisela Scaglia y el intendente Leonardo Raimundo, el Cónsul Honorario del Perú en Rosario, Luis Miguel Villar Rojas, fue impedido de ingresar al predio a pesar de haber sido formalmente invitado por la organización.
Según relató la periodista peruana radicada en Rosario, Lina Luz Quispe Cruz, quien acompañaba la delegación diplomática, el cónsul había recibido invitaciones tanto de la Municipalidad de San Lorenzo como del Gobierno provincial e incluso del cuerpo consular.
Sin embargo, al llegar al Campo de la Gloria (que visitaba por primera vez), una mujer que realizaba tareas de control le negó el acceso debido a que su vehículo no estaba registrado. A pesar de identificarse como diplomático y explicar su condición de invitado, la respuesta que recibió fue que debía retirarse sin posibilidad de ingresar al acto.
«Podemos entender que haya malos entendidos o errores, pero lo mínimo que se espera en una situación así es que alguien se comunique con un superior para resolverlo«, expresó Quispe Cruz. Finalmente, Villar Rojas tuvo que regresar sin poder participar de la ceremonia.
Cabe señalar que esa misma mañana, el cónsul había sido declarado ciudadano ilustre por el gobierno municipal de Arroyo Seco, durante el acto por el aniversario del paso de San Martín y sus Granaderos por ese suelo, en vísperas del histórico Combate.
Obstáculos para la prensa
La periodista también denunció dificultades para realizar su labor profesional durante el evento. En su testimonio, detalló que, al intentar moverse dentro del predio para tomar mejores imágenes, se encontró con una actitud hostil por parte de una integrante del equipo de prensa del municipio. «Una mujer me dijo que no podía pasar y, cuando logré que otro encargado me autorizara, volvió a increparme de manera agresiva«, relató.
De nada sirvió que le explicara que ella desarrolla tareas profesionales de prensa para distintos medios y para el Instituto Sanmartiniano del Perú en Rosario. “Me negó el acceso por no tener una credencial cuando yo veía a los periodistas que estaban allí y ninguno tenía acreditación visible. Igualmente, le mostré las invitaciones protocolares que me daban acceso al palco, pero no quiso entender. No conozco a esta persona, pero me dijeron que era del área de prensa de la intendencia”, detalló Lina.
Lina Luz Quispe Cruz, periodista migrante de Perú residente en Rosario
Luego, la trabajadora sostuvo: “Me comentaron que no es la primera vez que suceden este tipo de situaciones, no solamente con la prensa, sino que ha habido hechos similares con otros representantes de gobierno a los que no los han dejado ingresar como consecuencia de una mala organización”.
«Esto nos pasa a nosotros como periodistas migrantes, y en mi caso, como parte de la colectividad peruana, por eso siento la responsabilidad de hacerlo público», agregó.
El episodio ocurrido en San Lorenzo no solo dejó un sabor amargo en la delegación peruana, sino que también reavivó cuestionamientos sobre la organización y el trato a invitados diplomáticos en eventos oficiales.