Indignación por allanamiento policial erróneo en el barrio Fonavi Oeste de San Lorenzo

La mañana en el barrio Fonavi Oeste de San Lorenzo se vio alterada este viernes por la mañana cuando un operativo policial irrumpió en una vivienda de la calle Fray García al 1900, dejando a una familia conmocionada y a los vecinos atónitos. Lo que inicialmente fue presentado como un allanamiento por una denuncia de tenencia de armas terminó siendo, según los afectados, un error que expone la vulnerabilidad de los ciudadanos frente a este tipo de episodios.

Nicolás, integrante de la familia propietaria de la vivienda y de una verdulería que funciona en el mismo lugar desde hace años, relató a DATA365 el violento momento que vivieron alrededor de las 9 de la mañana.

Rompieron la puerta que da al palier y la puerta del patio. Todavía estábamos acostados. Escuchamos gritos, me levanté y cuando quise salir de mi dormitorio, un policía me pegó con la puerta en la cara y me tiró al piso. Me pisó la cabeza, me ató las manos atrás de la espalda con precintos y me revolcó como un perro”, describió visiblemente afectado.

La situación no fue menos violenta para el resto de la familia. “Entraron al dormitorio de mi hermano donde estaba él con su mujer y su nena. A ellas las sacaron y a él también lo ataron. Luego nos llevaron a la rastra hasta el comedor. Revolvieron todo, tiraron cosas al piso y rompieron algunas pertenencias”, detalló. Según afirmó, la orden de allanamiento habría sido emitida por el fiscal Aquiles Balbis ante una denuncia de presunta tenencia de armas. Sin embargo, los agentes no encontraron nada.

“Somos verduleros, nunca tuvimos armas. Nos hicieron firmar papeles de los que no nos dejaron copia, y se fueron como vinieron, sin explicarnos mucho más”, denunció Nicolás. La familia, además de lamentar las pérdidas materiales, se encuentra indignada por el trato recibido y por la exposición pública frente a los vecinos y clientes habituales de su negocio.

Este episodio deja al descubierto la indefensión que enfrentan los ciudadanos en situaciones de esta naturaleza. La violencia y el atropello, ejercidos en un procedimiento que parece haber carecido de una verificación previa adecuada, generan dudas sobre los mecanismos que garantizan los derechos básicos de las personas durante operativos policiales.

“Vamos a denunciar lo que pasó. Alguien se tiene que hacer cargo de las roturas de las puertas y del momento violento que vivimos”, afirmó Nicolás, con la esperanza de que su caso siente un precedente y evite que otras familias pasen por lo mismo.

Mientras tanto, los vecinos del barrio se mostraron solidarios con la familia y expresaron su preocupación por la sensación de vulnerabilidad ante procedimientos policiales que, cuando son mal ejecutados, pueden destruir la confianza en las instituciones.

Este incidente plantea un llamado de atención urgente para revisar los protocolos y asegurar que las intervenciones de las fuerzas de seguridad sean ejecutadas con el debido respeto a los derechos ciudadanos.

 

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